La isla de Menorca es un entorno privilegiado donde naturaleza, cultura y gastronomía se dan la mano de manera inigualable; lo más parecido a un paraíso que podemos encontrar en el Mediterráneo. Se puede disfrutar de muchas maneras y mucho mejor en buena compañía. Os proponemos una fórmula inmejorable para disfrutar de esta isla en pareja: Menorca para dos.
El plan comienza amaneciendo tempranito en Ciudadela para disfrutar bien del día. Lo primero es coger fuerzas con un buen desayuno. Por ejemplo, en la amplia terraza del Bar Imperi, en la Plaza del Born. Presume de servir uno de los mejores cafés bombón de la isla; por no hablar de sus ensaimadas y tostas, destacando la de sobrasada y la de queso de Mahón.
Una vez hecho el avituallamiento, hay dos calas muy cercanas a Ciudadela que bien merecen visita, paseo y/o baño: Cala Turqueta y Cala Macarella. Para muchos, son las dos mejores calas de Menorca. Cala Turqueta, escondida entre pinos, hace honor a su nombre; por el color turquesa de sus aguas y lo blanco de su arena es lo más parecido al Caribe que podemos encontrar en Menorca. Cala Macarella añade coquetos acantilados de roca caliza, y en ella se encuentra uno de los mejores chiringuitos de la isla: Susy. Allí podréis repostar tomando un vino o una cerveza a mediodía, o -si aprieta el hambre- una ración de pulpo. También muy cerca, en Ferrerías, se encuentra Cala Galdana: una de las cinco playas con bandera azul de Menorca.
Si os habéis levantado pronto, quizá os dé tiempo a un bañito extra en Cala Morell, una de las playas más peculiares y espectaculares de Menorca. Una cala sin arena, enclavada entre acantilados y llena de rocas de formas extravagantes sobre las que tomar el sol. Y en la que además se encuentran otros dos chiringuitos singulares que bien merecen una visita: Trogloditas y Baristiu.
Antes de comer os podéis acercar hasta el Faro de Faváritx. La carretera atraviesa una parte del Parque Natural de la Albufera des Grau, el más importante de esta reserva de la biosfera que es Menorca: 5.000 hectáreas donde se puede contemplar un gran número de aves acuáticas y rapaces. Y desemboca en el espectacular paisaje lunar -casi desértico, de agrestes acantilados y pizarra negra- donde se encuentra enclavado el más famoso de los faros de Menorca.
Muy cerca de allí, encontramos un pueblecito típicamente mediterráneo: Fornells. Uno de esos lugares de las Islas Baleares que te dejarán sin palabras para dar un paseo romántico por calles cuajadas de casas blancas o contemplar las hermosas vistas desde Torre Fornells. Y, cómo no, en este día de Menorca para dos, qué mejor que comer allí mismo, en el paseo marítimo de Fornells, en uno de los restaurantes ideales de Menorca para ir con tu pareja: Es Port. Lugar inmejorable -de lo mejorcito de la isla- para degustar la típica caldereta de langosta.
Parte de la tarde se la podéis dedicar a otro de los pueblos más bonitos de Menorca: Binibeca Vell, otra preciosa localidad marinera. Un delicioso laberinto de calles estrechas y empedradas. El baño, en otra de las cinco playas menorquinas que ostentan la bandera azul: la pequeña Binibeca Bou, de apenas 200 metros de largo y rodeada de un frondoso pinar.
El atardecer de este plan de Menorca para dos hay que disfrutarlo, ineludiblemente, en Cala en Porter (otra playa con bandera azul); y, más concretamente, desde la Cueva de Xoroi. Los miradores y terrazas a varias alturas excavadas en el acantilado de este especialísimo chiringuito de lujo (bar de día y discoteca de noche) permiten contemplar el crepúsculo perfecto: las mejores vistas de la isla, con una copa en la mano y en inmejorable compañía.
Y qué mejor que acabar el día con una buena cena en pareja tras una jornada llena de emociones. Regreso a Ciudadela para cenar espléndidamente bien en S’Amarador, una de las mejores cocinas de Menorca. Situado en el puerto de la ciudad amurallada, este restaurante es referencia gastronómica de la isla en los últimos tiempos gracias a sus arroces marineros, pescados locales y calderas de marisco.
Hasta aquí llegan nuestras recomendaciones para un plan perfecto de Menorca para dos. Dejamos lo de prolongar más o menos la noche -y el resto de actividades a realizar- en vuestras manos. Está claro que el tiempo y los planes, en esta privilegiada isla, se disfrutan como en muy pocos sitios.