34 kilómetros dan para mucho, ¡para muchísimo!, sobre todo si están bañados por el mar Mediterráneo. Junto con la de Palma y la de Pollença, la Bahía de Alcúdia es una de las 3 grandes bahías de Mallorca. Sus playas son su principal tesoro y la convierten en uno de los destinos más apreciados de toda la isla; pero la Bahía de Alcúdia es mucho más que sol y playa. ¿Quieres descubrirla a fondo?

De historia y cultura

Entre los cabos de Es Pinar y Farrutx se asoman 4 municipios: Alcúdia, Muro, Artá y Santa Margalida, siendo el primero de ellos el núcleo urbano principal de la zona.

Alcúdia tiene un legado histórico que pocos municipios baleares pueden igualar. Conquistas, batallas y otros lances han dejado huella en un espectacular casco histórico donde sus murallas se alzan majestuosas dibujando una de las estampas más típicas de la urbe. Para disfrutar paseando entre las numerosas casas señoriales que lo pueblan, el visitante tendrá que acceder por alguna de sus tres imponentes puertas de entrada: Moll, Mallorca o Vila Roja. Una vez allí, que el tiempo se detenga en alguno de los bares o terrazas del camino.

Moll, puerta de entrada Alcudia.

Si hay algún amante de la historia en la sala que anote bien en su cuaderno de bitácora la visita al yacimiento romano de la antigua Pollentia, extramuros de la ciudad; un asentamiento fundado en el 123 a.C. que se erige como una de las urbes más antiguas de todo el Mediterráneo.

yacimiento romano de la antigua Pollentia

Y para llevarse el mejor de los recuerdos, todos los martes y domingos del año las calles del casco histórico de Alcúdia se llenan de puestos y tenderetes, convocando a locales y turistas a visitar el Mercado Tradicional. Ropa, artesanía y los souvenirs más diversos se mezclan entre flores, frutas y productos típicos de la isla

De playas y mares

El mayor de los arenales es el que recibe el nombre de la propia bahía, ideal para familias debido a su poca profundidad y a la tranquilidad de sus aguas. Playa de Muro, con casi 6 kilómetros de longitud, tiene algo más de oleaje y algún año ha entrado en el ranking de las mejores 10 playas de España gracias a los usuarios de TripAdvisor. Pero si lo que buscas es huir de la masificación, extender la toalla en la Playa de Alcanada (con un bello pinar cercano que se convierte en oasis los días más calurosos) debe ser tu objetivo.

Playa de muro

Para llegar a algunas de las recónditas y espectaculares calas de la costa, la mejor manera de acercarse es en barco. Lanzarse a surcar los mares en un velero clásico, en un catamarán o -para presupuestos más ajustados- en un barco a motor es otra de las actividades imprescindibles, ya que además de llegar a puntos inaccesibles por carretera, durante el recorrido podrás practicar snorkel, kayak o darte un gustoso y refrescante baño. Calas recónditas como Es Coll Baix, Es Caló o Na Clara (estas dos últimas en Artá), son de salvaje naturaleza y parecen robadas al paraíso, resultando un remanso de paz ajeno a los más concurridos arenales antes citados.

De naturaleza y jardines

El Parque Natural de S’Albufera (el más importante de toda la isla y uno de los humedales insulares más importantes del Mediterráneo) es destino imprescindible para todos aquellos a los que les guste compaginar las chanclas de playa con el calzado de montaña. Con rutas señalizadas y casetas para el avistamiento de aves, está separada del mar por un cordón de dunas y es un lugar ideal para alejarse del mundanal ruido.

Parque Natural de S'Albufera

El área natural protegida de la Victoria, con agrestes picos como el Puig de la Victoria o el Puig del Romaní, es el paraje perfecto para los amantes del senderismo, la mountain bike y la escalada, y está ubicado en la península que separa la Bahía de Alcúdia de la de Pollença. Subir a su punto más alto (Talaia de Alcúdia, 446m) desde la ermita es obligatorio para disfrutar con unas espectaculares vistas al final del ascenso.

El Museo Sa Bassa Blanca es una maravillosa casa-museo con unos jardines en los que sentirse protagonista de un cuento; este centro artístico tiene como misión ayudar a apreciar la creatividad proporcionando a cada persona una experiencia holística de arte, naturaleza y arquitectura.

De ocio y gastronomía

Volvemos a lanzarnos al agua, pero esta vez no nos refrescamos en el mar, sino en el Hidropark de Alcúdia: un parque acuático de más de 40.000m2 repleto de toboganes, piscinas de olas, espirales, kamikazes y atracciones pensadas para disfrutar en buena compañía. Algo más reposado tenemos Alcanada Golf, con vistas al faro en el que se inspira el logo del club desde la mayoría de sus hoyos. Es este uno de los mejores campos para jugar al golf en la Bahía de Alcúdia y ha sido diseñado por Robert Trent Jones Jr.

Puerto de Alcúdia

Y como en verano una buena paella es imprescindible en el menú, la Ponderosa Beach pondrá el listón muy alto en tu particular lista de ‘mejores arroces de tu vida’. Por su parte, Mar y Paz (y su variadísima oferta gastronómica) te estarán esperando para reponer fuerzas con los pies metidos en la arena de Can Picafort, mientras que en el propio puerto de Alcúdia la experiencia gastronómica será sobresaliente si dejas volar tu paladar entre las cartas de Sa Roqueta, La Terraza, Como en Casa o Maca de Castro, galardonada hace unos años con 1 Estrella Michelín.

La combinación de playas de aguas cristalinas, vestigios romanos y medievales y una oferta de ocio y gastronomía de lo más atractiva hacen de la bahía de Alcúdia uno de los mejores destinos de todo Mallorca.

 

Historia, cultura, playa, jardines, gastronomia